Las siluetas se vuelven más cortas y compactas, con volúmenes reducidos y las piernas como protagonistas. Los jerséis y blazers se ensanchan en los hombros y se estrechan en el bajo; los minivestidos se transforman en camisetas con espalda abierta, mientras que el twinset se reinventa como un chaleco combinado con un vestido de verano.

El backstage, con sus rostros, revela el desfile desde una nueva perspectiva. Entre momentos espontáneos y detalles inesperados, el tema de la espontaneidad de la colección continúa su narrativa entre bambalinas, en los momentos de espera.

Un espacio que se entrelaza con la colección, destacando su narrativa. El espíritu del desfile se expresa en un lugar que se transforma en una experiencia compartida, donde las siluetas toman protagonismo en la narración.